martes, 12 de septiembre de 2023

La UPM de CCisnerOOs se hunde en las profundidades del Ranking de Shanghai

“La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”

Charles Darwin



¡Buenos días amigos de la UPM! .¿Qué tal las vacaciones?, suponemos que bien.

Ahora toca arrancar con buen pie el nuevo curso y, la primera en la frente, nos topamos de bruces con perturbadores resultados en el famoso Ranking de Shanghai (ARWU). Cierto que los rankings crecen como setas y los hay de todo tipo, desde los que siguen un algoritmo de estimación simple y fácil de manipular una vez lo conoces, hasta los más sofisticados que se publican en revistas indexadas. Pero no nos engañemos, la mayoría son un simple negocio que cobra de alguna manera por poner arriba discretamente al que más les aporta. Es quizá por esto que el ranking de Shanghai, concebido por China para decidir a qué universidades enviar sus becarios para que obtengan la mejor formación, se convirtió en el ranking de referencia del mundo, en el que confían desde los alumnos más competentes a los sesudos científicos a la hora de valorar y elegir a los potenciales colaboradores de sus investigaciones, pasando por los contratantes y mecenas de proyectos de I+D.


Sin embargo, a la UPM siempre se le ha resistido este ranking. Históricamente no conseguíamos encaramarnos por encima del 500-600, posición francamente mediocre, llegando en tiempos de la crisis hipotecaria, con el rector Conde, a alcanzar en 2015 su peor posición, entre los 600 y 700 del ranking. Desesperadamente la Universidad, en lugar de renovar a Conde en 2016, volcó su confianza en Guillermo Cisneros (tampoco había más alternativa). Con ello, producto seguramente de los cambios y mejoras hechas por los vicerrectorados de Investigación y Calidad y de la promoción del profesorado por méritos que le exigimos al candidato como promesa electoral públicamente los actuales miembros de UNITOD, se recupera la tradicional posición 500-600 que se mantiene hasta 2021, entrando entonces en un picado que actualmente nos hunde entre las posiciones 700-800.



Evolución de la posición de la UPM en el Ranking de Shanghai 2017-2023


¿A qué se debe esta debacle?. Dado que se han mantenido los cambios que seguramente propiciaron la mejora, hay que buscar la explicación en algún otro cambio de más relevancia, pues la catástrofe supera la mejora y no vemos otra explicación que la nefasta política de personal del Gerente José de Frutos, reponiendo investigadores insignes jubilados, en el mejor de los casos, con profesores inexpertos (entiéndase inexpertos en comparación con los citados jubilados), o dejando perder la plaza. Con ello ha recortado a día de hoy en pocos años el número de Personal Docente e Investigador Funcionario (PDIF) de la UPM en al menos 200 plazas y transformando además en contratos laborales otras 400. La UPM ha pasado de tener más de 2.000 PDIF al inicio del mandato, a apenas 1.400 actualmente. Y en el personal de Administración y Servicios que apoyaba valiosamente de manera más o menos directa, aun mayor recorte. Obviamente esto ha mermado considerablemente los resultados de investigación a la par que el resto de resultados y capacidades de nuestra universidad. Un error estratégico fatal, que con la actual política de reposición en Universidades, parece irreversible.


Nadie destruyó tanto en 7 años de cargo, pese a la bonanza económica que ha coincidido con el mandato, con récords de financiación por parte de la Comunidad de Madrid y sucesivas oportunidades excepcionales de reposición. Y hay quien dice que planea seguir otros tantos, de la mano de unos futuros estatutos retrógrados confeccionados por un Claustro elegido de aquella manera y que no promete otra cosa que retrotraer la gestión de nuestra universidad a tiempos inmemoriales, consolidando el lastre de sus peores errores: nepotismo, amiguismo, clasismo y endogamia. Así, la tendencia en el ranking no tiene visos de tocar fondo.



Para la UPM y parte de extranjero, informó Sapientia Gus, la reportera más dicharachera de la UPM.