“La mano negligente empobrece; más la mano de los diligentes
enriquece”
(Proverbios 10:4)
El domingo 8 de marzo, tras la noticia de los primeros casos por
coronavirus en la UPM, el presidente de la Junta de PDI, Diego Andina, parecía ser el
único representante que se hacía cargo de la grave situación y de la perentoriedad de actuar y en consecuencia escribía
urgentemente por registro electrónico al Sr. Rector justificando y solicitando tajantemente el cierre de la Universidad para la protección efectiva de TODOS
nuestros colectivos. Por toda respuesta, solo ha obtenido, eso si, el mismo día siguiente al de su solicitud, el
siguiente comunicado de un miembro de la Junta de PDI:
“Señor Presidente de la Junta de PDI, en nombre de nuestra sección sindical y de lxs delegadx de CCOO en la Junta de PDI (con los que he podido hablar hasta ahora) le comunicamos que encontramos muy improcedente que sin haber convocado al menos a la Comisión Permanente de la Junta de PDI, haya enviado usted siguiendo su opinión personal, una petición de cierre total de la UPM, cuando la prevalencia conocida era hasta esos momentos de dos presuntos casos de una población de cuarentamil personas.
Una petición de tal gravedad y con efectos
irreversibles debe ser planteada cuando las autoridades respectivas y los
epidemiólogos y otros científicos especialistas, así lo consideren. En ese caso
el Pleno y/o la Permanente de la Junta de PDI procederíamos a ratificarlo”.
E-mail que resume los argumentos patronales y sindicales que han resultado en una semana
prácticamente perdida en la lucha contra la pandemia en la UPM. Así, mientras se publicaba en los medios que la Comunidad de Madrid procedía a ordenar el cierre de guarderías, colegios y universidades, en la UPM se restringía la docencia presencial, algo evidentemente insuficiente
hasta el punto de que en la ETSI Telecomunicación, para pasmo de propios y extraños (los estudiantes decían que "flipaban"), se permitió
celebrar hasta el martes 10 de marzo incluido, SATELEC una feria multitudinaria. Siguieron entonces unos días de comunicados, cada uno de
ellos corrigiendo al anterior, medidas no escritas y oscurantismo total respecto
al número de infectados en la UPM lo que ha mantenido en vilo al personal que cada día
tenía que acudir a su puesto.
Finalmente, una semana y 277 muertos después, con el país en estado de
alarma, el Sr. Rector de la UPM ordena por fin suspender toda actividad presencial el domingo 15 de marzo, salvo
aquellos servicios que sean definidos como estrictamente indispensables, sin definir cuáles. Nuevo desconcierto generalizado pues nadie está seguro de si es indispensable o no.
Nos quedaremos ahora pues todos en casa, si no hay definición de indispensabilidad contraria, y
esperaremos nuevas instrucciones que seguiremos fielmente como hemos hecho hasta ahora. Desde el sindicato UNITOD nos permitimos sugerir que a partir de ahora, y en la misma línea sugerida por el Presidente de la Junta de PDI, nos inspiremos en el ejemplo deTaiwán, país limítrofe con China que sin embargo es uno de los de menor incidencia de la enfermedad. Ellos tomaron medidas tajantes
antes de que hubiera un solo infectado. A día de hoy, en total: 59 casos, 1
muerto 38 recuperados frente a nuestro desastre nacional. Y, si no es mucho pedir ya, anticipar las medidas tomadas en las universidades Italianas, aprovechando que están varios días por delante nuestra en el frente de lucha:
El Sr. Rector
de la Politécnica de Turín, dirigiéndose a la comunidad universitaria, en particular a los estudiantes, explicando la situación y dando pautas para desarrollar la misión de la universidad telemáticamente. En italiano e inglés (video), como corresponde a una universidad de excelencia internacional.
¡La salud es lo que importa y toda precaución es poca, todos unidos contra el coronavirus que ni nos vencerá, ni nos parará!.
Para la UPM y parte del
extranjero informó Sapientia Gus, la
reportera más dicharachera de la UPM.
